A la víspera de una gran aventura cambio la pluma por el teclado para compartir lo que siento con los habitantes de mi corazón. La verdad es que me siento super tranquila y confiada adentro, sé que va a ser una experiencia que va a marcar de forma significativa mi ser y mi vida. Ojala Dios me de las características de una esponja para poder absorber todo el conocimiento que sea capaz de contener, traerlo de la forma más pura aquí en nuestro continente y aplicarlo para ayudar a más personas. Esto es mi objetivo principal y no voy con otra meta.
Me siento como antes de partir para Tierra Santa en Peregrinaje, con esta tranquilidad y al mismo tiempo en total conciencia de que marcará una transformación, un hito dentro del círculo de mi existencia.
Ahora también, a unas horas del vuelo, terminé las maletas, con lo justo y necesario, estoy muy feliz, creo que es el mejor momento ahora, para mí y para mis padres también. Llamaron hace un par de minutos y estaban tan entusiastas, tan felices, que me emociono solo en pensar en ello. Mi papa tomo su tarde para decorar la casa con las luces de navidad, va a lavar el auto, mi mama tiene la pieza lista, los sobrinos preguntan si ya estoy en el avión; toda esta energía es maravillosa, sentirse así de querida; sentir que te esperan y que solo tu risa será su más preciado regalo que regocijarán los días de separación. Este tiempo es el mejor. Ya cuando estoy allá mi papa ya ve la partida, pero ahora solo ve la llegada, y esto le llena el corazón.
Creo que uno siente la emoción de tal aventura a través de los demás; los amigos que llaman, los abrazos antes de partir, los ojos que se iluminan, las sonrisas, el entusiasmo, la sorpresa... voy con una mochila cargada de amor, y lo agradezco, porque me siento llena y vacía al mismo tiempo, siento esta plenitud pero con la mayor calma y serenidad la disfruto. En este estado, el echar de menos ya no tiene lugar porque son todos y cada uno parte de mí, vuelo con toda esta energía, y ya siento que tengo alas para atravesar las cumbres más altas.
Todo este recorrido en el área de la salud, es la respuesta de Dios a uno de los anhelos que tenía tan profundo y que hace años veía como ni siquiera un sueño, porque los sueños están al alcance y se deben realizar; sin embargo todo ello lo debo a la Generosidad de Dios; y haré todo que Él me permita hacer y iré hacía donde Él me diga de ir; Dios permita que este conocimiento sea un medio para acercarme y ayudar a acercar a los demás hacía el Deseo de Sus corazones y no se transforme en un fin en sí; porque el fin de todas las cosas debe ser el adorar y conocer al Gran Ser.
los amo
¡Que profundo! Muchas gracias por compartir lo que sientes. Saludos a toda tu familia desde México
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